Los años pasan y no pasan en vano. Así que al llegar a los 30 años tome la determinación de activarme. Varios acontecimientos noticiosos, así como en mi vida personal fueron la clave. La primera (la personal); fue el ver como mi cuerpo se transformaba, no solo por fuera sino por dentro. El sedentarismo me aburría, sé que es un asesino lento y acompañada de una dieta llena de harinas, lácteos y una que otra fritura hacía una combinación perfecta para apresurar la muerte, mi muerte. Así que fue el momento de asumir responsabilidades y poner mi cuerpo en movimiento.
La segunda; vino acompañada de la frase “Nada es tan grande como para no intentarlo” de Maickel Melamed, quien después de 15 horas y 22 minutos de caminata, culminó el maratón de Nueva York (42 km). Pese a sus limitaciones físicas –diría cualquiera-, pero para él estas sólo fueron circunstanciales, las asumió y solo se trazó la meta de cumplir su objetivo. Melamed demostró que las limitaciones son individuales y eso sin duda alguna es inspirador.
Pero, ¿Qué hacer primero?, leyendo y buscando información todos daban con cuidar la alimentación. Así que aumente las compras de verduras y legumbres. Para no aburrirme, me documenté con recetas ricas –aun sigo leyendo y guardando cual receta se me atraviese-, que me ayudaran a conocer y disfrutar nuevos sabores de fácil preparación.
Seguidamente, realicé una autoevaluación con las actividades que me gustan. El caminar por Las Ballenas, siempre lo había hecho, pero sin ningún tipo de disciplina, ni de rutina. La actividad la disfrutaba muchísimo, por ser al aire libre. Así que comencé con 3 vueltas de caminata rápida, todos los días al caer la tarde. Por un tiempo, lo hice rutinario, descubrí que mi cuerpo respondía beneficiosamente. Nuevamente investigue y descubrí que el caminar 30 minutos diarios ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares, debido a que la actividad física aumenta la fuerza y la capacidad de bombear sangre de nuestro corazón. Además las arterias tienen una mayor capacidad de dilatarse. Todo ello aumenta la cantidad de sangre que puede llegar a los músculos y otras zonas de nuestro cuerpo. De igual manera, ayuda a prever la diabetes y al caminar solo 30 minutos se pueden quemar hasta 1000 calorías a la semana.
No solo camine, con el tiempo descubrí otras actividades físicas, las cuales quiero compartir a través de estas líneas, de esta manera ustedes se activan y yo continuo en movimiento, comiendo sano y escribiendo…. @daianasalinas
No hay comentarios:
Publicar un comentario